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6 de diciembre de 2016

Armaron una estafa por subsidios de $12 millones, pero nadie irá preso

La Pampa
Inflaban los recorridos de colectivos para recibir más combustible subsidiado. En el juicio se demostró el caso, pero los implicados quedaron libres porque la causa prescribió.

Una línea de colectivos que tuvo que dejar de correr, en 2008, por falta de gasoil. Foto: Reuters
Una línea de colectivos que tuvo que dejar de correr, en 2008, por falta de gasoil. Foto: Reuters
Nadie fue condenado, a pesar que la estafa quedó comprobada: durante dos años, entre junio de 2004 y junio de 2006 los recorridos del transporte urbano de Santa Rosa fueron inflados. La empresa local El Indio, que declaró un 30% más de kilómetros que los que realmente recorría (con la venia de funcionarios municipales), cobró más subsidios y recibió más gasoil barato de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). A valores actuales la estafa fue de 12 millones de pesos.
Este lunes terminó el juicio. El exintendente de Santa Rosa Néstor Alcala (exsecretario de Gabinete de Carlos Menem en los ‘90) y su exsecretario de Obras Públicas Jaime Sterin quedaron libres, por la prescripción de la causa que se inició en el año 2006. Inicialmente fueron procesados el dueño de la empresa, Diego Osorio y un director municipal, Arturo Ripa, quienes murieron antes del juicio oral.
La denuncia la realizaron los concejales Claudia Giorgis y Alfredo Carrascal en octubre de 2006. “El servicio era un desastre. No les alcanzaba la tarifa. Estábamos por ofrecer una empresa municipal y armamos los recorridos. Ahí nos dimos cuenta de la trampa”, dice Giorgis quien en los primeros tramos de la investigación seguía los colectivos y medían los recorridos con el cuentakilómetros de su auto.
El fiscal Alejandro Cantaro acusó a Alcala y Sterin como partícipes necesarios del delito de defraudación y pidió dos años de prisión en suspenso para ambos, además de reclamar la inhabilitación para cargos públicos.
Alcala ensayó un débil defensa: “no sabía lo que se firmaba”. Lo mismo dijo el exsecretario Sterin.
Las empresas hacían declaraciones juradas con los recorridos y con los colectivos utilizados: allí también mentían porque figuraban 20 pero usaban, en rigor, 16. El municipio ratificaba las DD.JJ. ante la CNRT.
En base a eso se cobraban los subsidios laborales y el acceso a gasoil barato. En el segundo semestre de 2004 (esto se supo después), los recorridos saltaron de 700.000 kilómetros mensuales a 950.000 ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
Después que se destapó el escándalo, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) redujo a El Indio la ayuda estatal por subsidios de 1,9 millones anuales a 1,2 millones.
El Indio tuvo la concesión municipal del servicio de transporte público hasta el 30 de septiembre de 2006. Recibió entre enero de 2005 y junio de 2006 un subsidio en efectivo de 843.715,61 pesos y 1.176.568 litros de gasoil a bajo costo. En el juicio, la concejala Giorgis declaró que la empresa “se beneficiaba y estafaba al Estado nacional”.
El gasoil barato, la empresa lo usaba en otra rama de la actividad, el turismo.
Giorgis estimó que “a valores actualizados la estafa fue de 12 millones de pesos”.
En su alegato, el fiscal Cantaro sostuvo que el empresario Diego Osorio, con la necesaria participación de los acusados, consumó la maniobra. “Los usuarios pagan una tasa. Y se afectaba e iba a una finalidad distinta. Claramente era una estafa”, argumentó.
El Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, integrado por José Mario Tripputi, Pablo Díaz Lacava y Marcos Aguerrido, accedieron al pedido de los defensores de Alcala y Sterin, y declararon la prescripción del delito.

via clarin

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