El Juzgado de Instrucción y Correccional n° 2 de Clorinda, en la provincia de Formosa, a cargo del juez Santos Gabriel Garzón, procesó al líder de los Quóm , Félix Díaz, en una causa que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció haber sido armada por la policía provincial con el objetivo de criminalizar a los integrantes de la comunidad. Con el aval del Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, nuevamente se realizan denuncias de ataques a las comunidades orginarias.
IUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).-Este lunes 11/11 se conoció la noticia de que el Juzgado de Instrucción y Correccional n° 2 de Clorinda, en la provincia de Formosa, a cargo del juez Santos Gabriel Garzón, procesó al qarashe de la comunidad Qom Potae Napocna Navogoh – La Primavera, Félix Díaz, en una causa que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció haber sido armada por la policía provincial con el objetivo de criminalizar a los integrantes de la comunidad.
En esa causa, se acusa a Félix y a otros qompi de haber atacado a efectivos policiales y de haberles robado armas durante el 23/11 de 2010, horas antes de haber sido víctimas de una feroz represión a manos de la fuerza de seguridad provincial.
El pasado 6/09, el CELS, que patrocina a la comunidad, había solicitado al juez que investigara la responsabilidad policial en el fraguado de la causa, ya que consideró que a partir de las pruebas y testimonios surgidos durante la investigación, quedaron en evidencia numerosas irregularidades y falsedades.
Para el CELS, el objetivo del armado de la causa fue aportarle una excusa a la Policía de la provincia de Formosa para reprimir a los integrantes de La Primavera, que cortaban la ruta nacional n° 86 en reclamo de sus tierras. Sin embargo, y no obstante las graves inconsistencias que presentó el sumario policial, Garzón convalidó por completo la frágil versión de la fuerza provincial.
En la justicia de Formosa pesan tres causas penales sobre Félix y otros miembros de la comunidad. En todas ellas el accionar judicial se ha centrado en criminalizar a los indígenas, sin garantizarles verdadero acceso a la justicia para defender sus derechos frente a las prácticas violentas de la policía formoseña.
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