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8 de agosto de 2013

Y como va la Economia...

Cuando los pesos queman en el bolsillo

Por DANIEL FERNÁNDEZ CANEDO




En la primera parte del año la consigna económica para los argentinos fue clara: los pesos queman en los bolsillos y hay que salir a gastarlos.
Los principales indicadores de actividad económica están cruzados, por un lado, por la escasez de dólares y, por otro, por el vuelco de los pesos a adquirir cosas.
Son los empresarios los que llevan la delantera de este proceso, marcado a fuerza decepo cambiario y freno a la salida de capitales.
El registro más notorio es el fuerte aumento en la importación de maquinarias y bienes de capital.
Con un dólar oficial en $5,53 y una brecha de 60% respecto del paralelo (ayer cerró en $8,86), la opción de adelantar la entrada de maquinaria pagando en pesos y al tipo de cambio que fija el Banco Central se convirtió en una de las más atractivas del año.
Las importaciones de bienes de capital vienen creciendo 14% en el año, pero en los últimos tres meses el aumento es de 33% con un pico de 54% en mayo.
A gastar los pesos se ha dicho y los consumidores no se quedaron atrás.
El salto en la venta de autos, productos electrónicos, electrodomésticos y, en las últimas semanas, de indumentaria después de que bajaron los precios, si bien con matices, son un indicador muy claro de que hay más consumo. Un comportamiento que también tuvo su impacto en la inflación de julio.
Según una de las principales cadenas de electrodomésticos, este año están vendiendo un 40% más.
Evidentemente, el crédito y las cuotas fijas siguen desplegando atractivo.
El derrame de pesos también se viene dando en la construcción. Las ventas de cemento en julio habrían subido el 10% en términos anuales y el índice Construya mostró un repunte de 8% en el trimestre abril-junio.
La producción automotriz, verdadero motor de la mejora industrial del año, subió19,2% en el primer trimestre y tuvo en su seno lo mejor de lo que pasó y lo más preocupante de lo que viene.
La venta de autos creció de la mano de los ahorristas que lo consideraron un refugio para sus pesos después de la disparada del dólar blue y frente a tasas de plazo fijo que no cubren una inflación que supera con holgura el 20% anual.
Pero el principal empujón para el sector provino de las exportaciones a Brasil, a donde se enviaron 59.000 autos más que el año pasado.
La preocupación reside en que el país vecino no crece como se esperaba y anticipó que comprará menos en lo que resta del año. Las automotrices locales tomaron nota y ya bajan la producción.
La suba de salarios (24%) y jubilaciones (31,8%) ayudaron al consumo hasta el mes pasado y habrá que estar atento para ver a qué ritmo la inflación destruye el poder de compra de esos ingresos.
Los cálculos privados preliminares sostienen que el piso inflacionario del mes pasado fue de 2,5% y según el estudio de Melconian/Santángelo llegó a 3,3%, un resultado basado en la suba de las naftas pero también de alimentos y bebidas, y al calor de la aceleración de la devaluación que viene aplicando el tándem Marcó del Pont/Axel Kicillof desde el Banco Central.
La carrera por desprenderse de pesos después de la disparada del dólar paralelo caracterizó, a fuerza de consumo e inflación, la primera parte de un año con notable cambio de expectativas para la segunda.
Dos motores básicos para la recuperación de este año, la soja y las compras de Brasil, entraron en zona de peligro.
La soja bajó US$ 100 en el último mes y está en US$ 487 la tonelada.
Previsiones de grandes campañas para los hemisferios norte y sur derrumbaron aUS$ 434 el precio futuro para la próxima cosecha. Y para la Argentina, de mantenerse esas condiciones, la baja podría representar hasta US$ 5.000 millones menos.
Por el lado de Brasil, es poco lo que se puede esperar, no sólo porque le cuesta crecer sino también porque el real se devalúa más rápido (está en 2,30 por dólar) en el intento del gobierno de no perder competitividad.
La tenaza soja/Brasil implicaría el ingreso de menos dólares para un Estado que en estos días se caracteriza por la escasez de divisas.
El tiempo político indica que el domingo habrá elecciones internas y en octubre legislativas. El económico, que antes de fin de año habrá cambios, y más aún si el blanqueo de dólares llegase a fracasar. VIA IECO

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