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22 de abril de 2013

Una familia encontró el cráneo de un animal de 700 mil años


Perteneció a un perezoso gigante. Es el tercer hallazgo que realizan en menos de 4 meses.

En la localidad de Mar del Sud, en un paraje llamado El Remanso, fue hallado el cráneo fósil de un perezoso gigante. Lo curioso es que este hallazgo no fue obra de un equipo de arqueólogos sino de un albañil que por tercera vez en menos de cuatro meses descubre material paleontológico de gran valor.
La familia López, oriunda de Mar del Plata, los fines de semana disfruta de los solitarios paisajes de la villa balnearia. Su intención no es peinar la zona para hallar huesos ni desenterrar esqueletos. Pero la suerte, cuando no se la sale a buscar, aparece.
El propio José Luis, de 34 años, relató a Clarín el descubrimiento que ocurrió el 26 de enero y se conoció ayer. “Era una mañana soleada y para aprovechar el aire fresco del mar. Salimos con Karina y los chicos a dar una vuelta por los alrededores. Mi hijo Joel fue el que se dio cuenta de que se había desprendido un terrón del acantilado. Bajamos a curiosear y vimos un hueso que sobresalía de la tierra. Empezamos a excavar, agrandando el agujero del centro hacia los costados y notamos que estaba casi intacto. Como el fósil estaba muy profundo, tuve que ir a buscar el cortafierro y golpear con mucho cuidado para sacarlo sin que se quebrara”.
Con la pieza desenterrada, fueron hasta el Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar y lo dejaron en manos de entendidos. “A los pocos días, la gente del museo se comunicó conmigo para inspeccionar el lugar. Fue complicado porque esa parte del acantilado es muy estrecha y el nivel del mar sube constantemente con las lluvias. Al final, pudimos rescatar la quijada, que estaba un poco más abajo”.
Lo que no sabía la familia López es que se había tropezado con un animal denominado Scelidodon, un gran perezoso pariente lejano de los que hoy aún existen en la selva misionera, pero de un tamaño descomunal. Se estima que en vida tenía unos dos metros y medio de largo y, por su contextura, superaba la tonelada de peso.
Estos animales habitaron en el período denominado Ensenadense, al menos para nuestra zona, ya que sus restos han sido hallados en estos sedimentos cuya antigüedad es de un mínimo de 700.000 años. Y se tuvo que luchar contra las olas que dificultaban la extracción del fósil que se hallaba al borde del mar, en lo que se conoce como la restinga.
La suerte de los López empezó a escribirse un 25 de diciembre de 2012. “En realidad –cuenta José Luis– no hicimos nada para encontrarlo, sino todo lo contrario, fue el esqueleto quien se cruzó en nuestro camino. En una de las tantas caminatas vimos el armazón de huesos del que más tarde nos enteramos, era un perezoso gigante. Estaba a la vista, era imposible no darse cuenta de que era algo distinto, en medio de la tierra colorada.” Los perezosos gigantes estaban muy diversificados y adaptados a los diversos ambientes, ya que se han encontrado en estratos de diferente origen, tales como pantanos y praderas. También estaban los que hacían grandes cuevas, denominados Scelidoterios, cuyos restos son más abundantes y hasta fue hallado en 2005 un ejemplar en el mismo paraje, pero en sedimentos mucho más modernos, lo que confirma la riqueza natural de nuestra región.
Pero la historia tiene una sorpresa más. Ayer, dieron con las garras del perezoso. “Los expertos del museo me explicaron cómo remover la tierra para que no se dañe el material, que en algunos casos es muy frágil a causa de la erosión. Me estoy volviendo un experto”, bromea López.
Las piezas localizadas por la familia López están siendo preparadas para ser exhibidas en el Museo de Miramar. VIA CLARIN

1 comentario:

Pensando la Bronca dijo...

lo bueno de esto es que no se lo llevaron para "decorar" la casa.

salu2 recupera2