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11 de octubre de 2011

Parte de una interesante nota >>A 2 semanas del comicio... y luego viene lo mejor



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata - Radio El Mundo). En dos semanas, sólo 14 días, los argentinos votarán para que Cristina Fernández pueda gobernar 4 años más, pese a la inexistencia de clima electoral, la campaña no campaña que realiza la Casa Rosada y la sucesión de desaciertos y cruces circunstanciales que sufren las oposiciones.

La Presidente de la Nación salta de acto en acto y de anuncio en anuncio. No importa si son anuncios reales o puestas en escena. Mientras las oposiciones hablan, hablan y sólo hablan, Cristina Fernández es mostrada ejecutiva, moderna, seductora y cerca de la gente.

Ante cada punto flaco que tiene el gobierno, los actos desarticulan los argumentos en contra.

¿Faltan inversiones? Cristina Fernández inaugura una ensambladora de motos o una central atómica que recién producirá electricidad en un año y medio.


¿Falta energía? Cristina Fernández inaugura un parque eólico, paneles solares o una refinería que sólo puede proveer a 7% del mercado.


¿Hay pobreza? Cristina Fernández entrega computadoras entre jóvenes, casas en barrios humildes y subsidios.

A comienzos del Siglo XX, Carl Schmitt creaba la dicotomía amigo-enemigo como una forma de construir un “ellos” y un “nosotros”. Ante el avance de los valores neoliberales que vacían de contenido la política, el oficialismo usa las enseñanzas del jurista alemán para devolver lo político en el terreno político y social y condimenta una insípida campaña electoral.

En esa dicotomía agonal, las críticas de las oposiciones se responden con acciones y las denuncias, con resultados. Como dice el especialista estadounidense George Lakoff, quien creó las bases de la campaña electoral de Barack Obama, no es importante si lo que se dice es verdad, lo que importa es que el votante comparta los mismos valores que se defienden con las acciones y con los resultados.

Ante la impotencia de las oposiciones, el gobierno tuvo un gran triunfo al realizar la campaña electoral para las elecciones primarias dentro del marco de discusión y marketing político que deseaban; luego, con el impactante resultado obtenido en las urnas, el oficialismo destrozó y puso en desbande a las oposiciones; y, ahora, no sólo congeló la campaña electoral sino que también logró evitar que alguno Ante una Justicia que dice que en el INdEC no adultera los datos o el Caso Schoklender es congelado sorpresivamente, ante un gobierno que acorrala a las semilleras con la AFIP (pregunten a Nidera) y las obliga a aceptar nuevas condiciones laborales para sus trabajadores temporarios; para una administración que redacta un Plan Industrial que quiere hacer crecer al sector obligando a las empresas a agregar valor a sus productos en forma compulsiva; globos, papelitos de colores y buena onda no alcanzan.

El gobierno hace campaña para ganar en dos semanas y en 10 años. En Facebook aparece “La Camporita” para menores de 12 años y, en la ex Escuela de Mecánica de la Armada, la Dirección Nacional de la Juventud, dependiente del ministerio de Desarrollo Social, junto con las Madres de Plaza de Mayo, reúnen a 3.000 alumnos secundarios en un “Encuentro Nacional de Centros de Estudiantes” para generar una construcción política para menores de 13 a 18 años que sea el semillero de La Cámpora, confirmando que tienen un plan político de largo plazo y que buscan perdurar. El cristinismo no es un proyecto personalista que tuvo algo de suerte en las urnas, vino para quedarse.

En dos semanas, se confirmarán dos realidades: Cristina Fernández conseguirá que los planes hegemónicos de Néstor Kirchner sobrevivan a su muerte; y las oposiciones recibirán el castigo por la cadena inverosímil de errores que han cometido durante cuatro años. La cuenta, la pagaremos nosotros.

1 comentario:

Shows para eventos empresariales dijo...

Coincido en casi todo, no hay clima electoral y la oposicion solo habla... todos sabemos que gana Cristina. Buen texto