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17 de octubre de 2009

Lluvia mágica( De Dolares)


En la City llueven dólares. En el campo también llueve, para beneficio de la economía. Brasil, China, la devaluación del dólar en el mundo, el precio de los commodities, la enorme liquidez, todo juega a favor de Argentina. Hasta la convicción de los acreedores de que Kirchner tiene vencimiento en 2011 favorece a la administración K. “Le prestamos a Kirchner, paga Cobos”, especulan.
El principal motivo de la bonanza en la City de los últimos dos meses es, como se dijo, el nuevo escenario internacional. Pero también hay factores locales que contribuyen al cambio de clima. “Tras las elecciones y con menos caja para transitar los últimos dos años, el Gobierno muestra señales (a los mercados) y avanza con una serie de anuncios: canje de deuda indexada, acercamiento técnico al FMI, arreglo con los holdouts y Club de París”, es la opinión generalizada de los economistas.

Otra interpretación, no contradictoria con la anterior, es que la administración K cosecharía los frutos económicos de la derrota del 28 de junio pasado. Mientras los banqueros crean que diciembre de 2011 es la fecha de vencimiento de la era K, mayores serán las chances del Gobierno de acceder al mercado de capitales a tasas razonables. Para algunos inversores, la elección presidencial en el horizonte cercano es un mojón de certidumbre que podría dinamizar la actividad en el presente.

La idea, que circuló en bancos de inversión consultados por economistas del kirchnerismo, se resume en un eslogan que por razones obvias no publicitarán: “Le prestamos a Kirchner, pagan Cobos o Macri”.
POLÍTICA & ECONOMÍA. Si el año próximo se creciera al 4%, o incluso al 6% –en caso de abrirse el mercado de capitales–, es evidente que la economía no sería un lastre para la política. Pero ¿podrán los resultados económicos mejorar el humor social? ¿Será la economía la tabla de salvación para reconciliarse con amplias franjas de la población, como espera el kirchnerismo? Difícil, por dos motivos: uno, la inflación se “estabilizó” con un piso del 15% anual. Con un poco más de crecimiento, sería más elevada. Dos, aún en el escenario de un crecimiento del 6%, la creación de empleos sería bastante módica. En la industria y otros sectores, el derrumbe de la actividad en el último año dejó una gran capacidad ociosa en las fábricas, que ahora aumentarán la producción sin nuevas inversiones ni incorporaciones masivas de personal.

Crecimiento con alta inflación y escasa creación de puestos de trabajo es una fórmula que cristalizaría niveles de pobreza entre el 25 y el 30 por ciento.

Como dice Bein, “ésta será la primera transición política en décadas sin la espada de Damocles de la devaluación, el default y/o la híper”. Pero también será una transición con una gigantesca deuda social.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

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